jueves, 13 de febrero de 2020

COMO ES ARRIBA ES ABAJO -Elucubraciones del más acá








El camino del medio.
  
La experiencia mística no es extraordinaria sino el estado habitual del ser. Pero lo llamamos experiencia mística o extraordinaria por ser solo un instante de interferencia o enfoque con la esencia. No hay que confundir nuestra alma o esencia con el cuerpo-mente, ni con el medio. El hecho de que este mundo sea una simulación o un “video-juego” no significa que nuestra esencia también lo sea. Un ejemplo: cuando tú mueves al personaje de un video-juego, ¿tú eres o estás en el video-juego? Yo creo, o más bien intuyo, que nuestra esencia no opera en este video-juego que llamamos realidad, simulación o sueño. Si le preguntas a un yogui qué es la iluminación, más o menos te dirá que es la unión o fusión con el alma o esencia, con el no-tiempo. Pues la esencia opera en el no-tiempo, en el no-espacio.

Cuándo tú mueves tu cuerpo, ¿tú eres tu cuerpo? Cuándo tú caminas por el campo ¿tú eres el campo? Tu lucidez en esta vida dependerá de tu capacidad para mantener el equilibrio entre el jugador y el personaje del video-juego. Cuanto más identificado estés con el personaje, más lejos o desintonizado estarás con la esencia, y más apegado estarás a los miedos, tan irreales como los escenarios del video-juego. No digo que el personaje sea negativo, pues nos sirve para mantenernos en esta simulación y experimentar la vida desde otra densidad o perspectiva. Lo negativo es identificarnos demasiado al personaje.
 
Lo ideal, mientras vivamos en esta simulación, es mantener un equilibrio de enfoque entre el personaje que interpretamos y la esencia que somos; es decir encontrar una adecuada distancia sin identificarnos excesivamente a uno de los dos. Es lo que se llamaría el ying y el yang, o como decía Buda: “el camino del medio”. Si nuestro cuerpo-mente está en este video-juego, o más bien ES este video-juego, es porque tiene que ser así. ¿Es parte de la vida? No creo que este mundo fuera originalmente “malo”, negativo. Y lo digo porque puedo sentir la indescriptible belleza y armonía de la naturaleza. Si ahora hay tanto dolor en el mundo es porque estamos en el último nivel de la partida, antes de reiniciarse el ciclo. (¿Cabe también la posibilidad de que alguien haya manipulado el video-juego?) Como dice el 5ª principio hermético del Kybalión, en mi opinión el conocimiento más importante jamás revelado: “Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende”.

Los Principios Herméticos del Kybalión, escritos en tiempos inmemoriales y atribuidos al mago y profeta Hermes Trismegisto, describen perfectamente bien las bases de cómo funciona este universo mental o video-juego, pero no van más allá de la mente, del “Todo es mente” (todo es tiempo). No menciona el principio que considero más importante: la dualidad de la mente con la esencia o el alma; del tiempo con el no-tiempo. Si el 4º Principio Hermético (de polaridad) afirma que “Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos”, ¿no contradice esto el 1º Principio Hermético: que TODO es mente? ¿No debería tener la mente (el tiempo) su dualidad o complementación con la esencia, con el no-tiempo?
 
Lo que está claro es que este video-juego es un puro diseño matemático vorticial, tal y como se está descubriendo actualmente, o más bien habría que decir redescubriendo, pues es evidente que los antiguos ya lo sabían: que la naturaleza es un diseño inteligente que se sirve del número fi y del número pi, y de secuencias de números primos para auto-regenerarse, auto-regularse. ¿Estaríamos hablando de un diseño en el tiempo, con un principio y un fin, con un constructor llamado Dios o unos constructores llamados dioses? ¿O es más bien un diseño que siempre ha existido, tal como una prolongación de nuestra esencia, como una dualidad inmutable de la vida: ying (mente, tiempo) y yang (alma, esencia, no-tiempo)? 

Quiero aclarar que cuando hablo de la esencia no me refiero a energías no visibles o inmanifestadas como el éter, el prana, la energía oscura o el campo de Higgs, que en mi opinión están presentes en el tiempo (en la mente) y cumplen un principio de polaridad, complementándose a las energías visibles, manifestadas o medibles. Cuando hablo de la esencia me refiero a lo que el budismo llama shunyata (vacuidad) y el cristianismo éxtasis o arrobamiento: un estado de ser más allá de cualquier energía manifestada o no manifestada; un estado de ser más allá del tiempo y el espacio, y que no pocos contempladores han tratado (en vano) de describir. En base a todo lo que he leído y, sobre todo, a mis propias experiencias, considero que Paramahansa Yogananda, en su poema Samadhi, es quien mejor ha descrito en palabras lo que no se puede describir.
 

Se desvanecieron los velos de luz y sombra,
Se disipó todo vapor de tristeza,
Pasaron los amaneceres de alegría efímera,
Desapareció el débil espejismo sensorial.
Amor, odio, salud, enfermedad, vida, muerte,
Perecieron estas falsas sombras en la pantalla de la dualidad.
Olas de risa, escilas de sarcasmo, remolinos melancólicos,
Se disolvieron en el vasto océano del éxtasis.

La tempestad de maya fue apaciguada
Por la varita mágica de la profunda intuición.
El universo, sueño olvidado, acecha en el subconsciente,
Listo para invadir mi recién despertada memoria divina.
Vivo sin la sombra cósmica,
Pero ella no existe despojada de mí;
Tal como el mar vive sin las olas,
Pero ellas no pueden formarse sin el mar.
Sueños, despertares, estados de profundo sueño Turia,
Presente, pasado, futuro, ya no existen para mí,
Sino el Yo siempre presente, fluyendo, Yo, en todas partes.

Planetas, estrellas, polvo estelar, tierra,
Erupciones volcánicas de los cataclismos del día del juicio final,
Hornos que moldean la creación,
Glaciares de silenciosos rayos X, torrentes de electrones en llamas,
Pensamientos de todos los hombres, pasados, presentes, por venir,
Cada brizna de hierba, yo mismo, la humanidad,
Cada partícula del polvo universal,
Ira, codicia, bien, mal, salvación, lujuria,
¡Lo deglutí, lo transmuté todo
En el vasto océano de sangre de mi propio y único Ser!

El mortecino fuego del júbilo, con frecuencia avivado por la meditación,
Que cegaba con su humo mis ojos llorosos,
Estalló en llamas inmortales de éxtasis,
Consumió mis lágrimas, mi cuerpo, mi todo.
Tú eres yo, yo soy Tú,
Conocimiento, conocedor, conocido, ¡todo en Uno!
 
¡Tranquila, inalterable emoción, eternamente viva, paz siempre renovada!
¡Dicha más allá de toda imaginación, ¡samadhi glorioso!
No un estado inconsciente
O cloroformo mental sin deliberado retorno,
El Samadhi amplía mi reino consciente
Más allá de los límites del marco mortal
Hasta las más lejanas fronteras de la eternidad,
Donde yo, el Mar Cósmico,
Contemplo el pequeño ego que flota en Mí.
 
El gorrión, el grano de arena, no caen sin que los vea.
Todo el espacio flota como un iceberg en Mi mar mental.
Recipiente gigantesco, Yo, hecho de todas las cosas.
A través de una profunda, larga, sedienta meditación dada por el gurú
Llega este celestial samadhi.
 
Se oyen los móviles murmullos de los átomos,
La oscura tierra, las montañas, los valles, ¡líquido fundido!,
¡Los fluidos mares se convierten en vapores de nebulosas!
El AUM estalla en los vapores, abriendo prodigiosamente sus velos,
Los océanos aparecen al descubierto, brillantes electrones,
Hasta que finalmente suena el tambor cósmico,
Desvanece las luces más densas en rayos eternos
De dicha omnipresente.
De la dicha vengo, por la dicha vivo, en dicha sagrada me fundo.
Océano del espíritu, bebo las olas de la creación.
Los cuatro velos de lo sólido, líquido, vapor, luz,
Prestamente se levantan.
 
Yo mismo, en todo, entro en mi Gran Yo.
Se han ido para siempre las sombras irregulares, danzantes, de la memoria mortal.
Inmaculado está mi cielo mental, abajo, delante y muy alto arriba.
La eternidad y yo, un único rayo.
Diminuta burbuja de risa,
Me he convertido en el mismo Mar de la Alegría.


 
Es muy posible que en esta mente colectiva, en este gran video-juego en el que nos movemos, exista algún tipo de energía "proveniente" de la esencia, y que muchos llaman energía de la Fuente: una inconcebible luminiscencia de indescriptible belleza que algunos hemos vislumbrado en meditaciones, sueños lúcidos o proyecciones astrales, y que parece funcionar como un infinito e inagotable reactor de energía. Aunque más que provenir de la esencia, se podría decir que la atraemos nosotros mediante un proceso de sintonización. Es la misma energía que utilizan algunos chamanes o curanderos para realizar sanaciones "milagrosas" o materializar objetos.  De hecho, el radiestesista Epifanio Alcañiz puede, según afirma, crear vórtices energéticos o mover líneas telúricas y mantenerlas en una posición fija de manera permanente, algo imposible utilizando cualquier otra energía como  reiki. También desafía a cualquier radiestesista a comprobar la veracidad de sus afirmaciones "chequeando" sus propios vórtices, que, según afirma, ayudan a revitalizar la energía de la Tierra.  

Respecto a la mente, conviene matizar entre mente colectiva (inconsciente colectivo) y mente personal (conciencia e inconsciente personal). Aunque la diferencia es tan relativa que solo puede ser hipotética, abstracta. Pues cada mente personal es de naturaleza holográfica, y aun siendo única e irrepetible, contiene  la totalidad de la mente colectiva, tal y como el trocito de una placa holográfica contiene la totalidad de la placa. Lo mismo sucede en nuestro cuerpo: cualquiera de sus partes, un dedo, una oreja, un riñón, da igual la que sea, tiene la información de todo su conjunto; cada célula está conectada o sintonizada al resto de los 100 billones de células restantes, de manera que todas saben de manera automática, espontánea, qué hacer en cualquier situación. Cada ser humano es una representación del multiverso, de la mente colectiva. Esta idea tan defendida a lo largo de la historia por numerosos filósofos y místicos, fue también compartida por el físico teórico David Bohm, quien afirmaba que la realidad es un todo indivisible, y que cada porción de realidad que un científico o un especialista toma como algo separado, divisible, es una proyección de la totalidad o del orden implicado, aunque para el científico sólo represente el orden explicado, que no deja de ser una interpretación muy sesgada de la realidad. El  famoso biólogo y bioquímico Rupert Sheldrake afirma algo muy similar: que las mentes de todos los individuos de una especie, incluido el hombre, se encuentran unidas y formando parte de un mismo campo mental planetario. Ese campo mental -al que denominó morfogenético- afecta a las mentes de los individuos y las mentes de éstos también afectarían al campo. "Cada especie animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que contribuyen todos los miembros de la especie y a la cual conforman", afirma Sheldrake. De modo que si un individuo de una especie animal aprende una nueva habilidad, les será más fácil aprenderla a todos los individuos de dicha especie, porque la habilidad “resuena” en cada uno, sin importar la distancia a la que se encuentre. Y cuantos más individuos la aprendan, tanto más fácil y rápido les resultará al resto.

Como dato anecdótico conviene recordar que el 4 de julio de 2012, en una gran conferencia celebrada en la sede del CERN, en Ginebra, la comunidad científica afirmó de manera preliminar, ante numerosos y expectantes periodistas internacionales, lo que los antiguos ya sabían desde tiempos inmemoriales: que todo vibra, incluido el propio vacío. (3º Principio Hermético: "Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra".)    

Evidentemente no podemos comprender este video-juego sin la experiencia directa con la realidad, sin un proceso de ensayo y acierto, sin una progresiva apertura mental. Y para ello es necesario conocer los extremos: tanto la pureza como la podredumbre. La experiencia mística o la sintonía con nuestra esencia nos “eleva”, nos desapega del mundo, y precisamente por ello no nos permite comprender este mundo en su conjunto. Es necesario conocer, transitar los niveles más densos para saber cómo funciona el sistema y así conocer o experimentar la totalidad. Debemos caer en lo más bajo para elevarnos a lo más alto (Principio de polaridad), pero siempre desde el libre albedrío, aprendiendo positivamente de los errores, evitando en todo lo posible ser manipulados, programados, reenganchados una y otra vez a los niveles más densos de la mente, del video-juego, a sus incontables ciclos de evolución-involución (Principio del ritmo). Pues hay tantos niveles de ciclos como millones de planos dimensionales en este infinito video-juego. Nosotros decidimos si queremos repetir indefinidamente los ciclos más “bajos” y densos del video-juego (el "inframundo"), o los ciclos más “elevados” y menos densos.
 

 

Solo en las últimas décadas ha surgido, gracias a Internet, una leve toma de conciencia global ante la realidad del mundo. Todo lo que antes parecía indestructible, imperecedero, se está desquebrajando, derrumbando. El viejo sistema está siendo sibilinamente sustituido por otro sistema aun más totalitario, controlador, traumático, cuyo fin es la destrucción de la riqueza cultural de los pueblos, la moral, la individualidad, el derecho universal…, y todo esto, paradójicamente, en nombre de la libertad y la diversidad. En medio de este maremágnum de informaciones alternativas, donde prima todo tipo de teorías apocalípticas y conspirativas, es difícil encontrar un espacio para la objetividad y la reflexión profunda.
 
Ahora sabemos que el sistema deuda funciona igual tanto en esta dimensión como en las más adyacentes. Ya lo dice el Kybalión: “Como es arriba es abajo”. Sabemos que esta deuda es una estafa en toda regla, y que siempre será impagable por más que nos esforcemos en saldarla. Siempre nos declararán culpables, ya sea por matar a Jesús, por vivir por encima de nuestras posibilidades o por votar al títere político equivocado. Y “en el otro lado”, ídem de ídem. Una perfecta trampa diseñada por los mismos para justificar un sistema implacable de explotación, de parasitismo, una interminable rueda de reencarnaciones. Da igual que sean políticos, banqueros o arcontes.

Es evidente que existe una élite milenaria que ha controlado y sigue controlando toda la información de los llamados "textos sagrados" y libros de historia, enfocándose en estrategias psicológicas de manipulación de masas como el autodesprecio, la obediencia y la resignación, tal y como podemos observar en las grandes religiones abrahámicas y en el budismo con su fatalista y resignante Rueda del Samsara. Esta élite de psicópatas o magos negros necesita hacernos creer en ídolos intangibles, sobrehumanos, sobrenaturales, a fin de que no tengamos un ejemplo práctico y objetivo de superación personal, por lo cual nunca podremos equipararnos a estos ídolos en igualdad de condiciones, y muy difícilmente seremos capaces de ir más allá de nuestro papel de fieles acólitos e idólatras pecadores, anclados en un permanente sentimiento de fracaso y resignación. Y no solo las instituciones religiosas, todos los sistemas educativos, políticos, económicos, informativos, etc., están concebidos para generar disonancia cognitiva o disociación mental en la población. Y este perfil depresivo y disfuncional es lo que necesita la élite para mantenernos en un estado infantil de dependencia a la espera de que sea Dios, Jesús o algún político de turno quien nos salve de la destrucción y nos lleve de la mano al paraíso, a la sabiduría, al bienestar.

La creencia de que hay ángeles y maestros ascendidos velando por nosotros, de que hay un padre celestial que nos va a salvar, es un programa mental muy poderoso. Puede parecer una creencia positiva pero es tremendamente negativa y dañina, pues nos infravalora e incapacita como seres humanos, como seres lúcidos, completos y autosuficientes que somos en nuestro estado natural, sin programaciones tóxicas de la infancia. Esas creencias paternalistas solo sirven para mantenernos en la inmadurez, en la irresponsabilidad, en un bajo nivel de conciencia. Nos incapacita para ser libres y tomar las riendas de nuestra vida.

No creo que sea muy positivo decirle a alguien que se entregue a las pasiones, al hedonismo, y que no se preocupe de nada más, que la esperanza y el positivismo ya lo resuelve todo. Que disfrute comiendo y bebiendo sin preocuparse demasiado por su salud, pues siempre habrá un médico que resuelva sus problemas intestinales o un fármaco milagroso sin apenas efectos secundarios. Que no se preocupe por sus ansiedades o depresiones, que siempre habrá un psicólogo que sabrá reconducirle a la felicidad, al positivismo. Que no se preocupe por su dignidad ni por su código de honor, que ya están ahí los sacerdotes, el papa y los gurús de la new age para preocuparse de su valor como ser humano, de su bienestar mental y espiritual. Que no se preocupe de los políticos y la justicia, que ellos están ahí para servirle y protegerle, para velar por sus derechos. Que no se preocupe por los alimentos transgénicos ni los pesticidas, ni por todas esas preciosas estelas de “condensación” que dejan los aviones a su paso, que ahí está el sistema sanitario y la OMS para proteger su salud. En definitiva: ser siempre positivo, que piense que todo lo hacen por su bien, de esta manera atraerá dicha creencia y la materializará en la realidad.
 
Me asombra que tan poca gente sea consciente de toda esta manipulación. ¿Refugiarse tras la máscara del positivismo para evadirse de una realidad que no se quiere asimilar es ser positivo? ¿No es más bien lo contrario? Y lo digo porque no son pocas las personas que de puertas a fuera, a nivel social o público, parecen enviados de la divinidad, pero de puertas a dentro no parecen predicar con el ejemplo. No olvidemos que el ego funciona con más proyección a través del conocimiento teórico-espiritual que a través de conocimientos teóricos más terrenales.

Ser positivo es tener el valor de enfrentarnos a nuestros miedos, deshacernos de programaciones tóxicas de la infancia y tratar de ver las cosas desde la experiencia, con objetividad y sobriedad. Somos seres de luz, autosuficientes, y nadie puede darnos lo que ya tenemos. Y esto no lo digo desde la teoría sino desde la experiencia, algo que solo pueden entender quienes han vivido eso que llaman satori, un instante eterno de lucidez. Quien ha vivido algo así sabe, siente en lo más profundo que somos seres de luz.




Puedes tomarte la vida como una condena, como una suerte de purgatorio, o bien como una colorida sala de espera. Yo prefiero tomármela como un desafío, como una aventura. Algo así como adentrarse en un continente inexplorado. Y no hay nada malo en estar prevenido y conocer todos los posibles riesgos si acaso queremos llegar lo más lejos posible. ¿Soy pesimista por querer conocer los riesgos, por dar a conocer los peligros y engaños que he vivido? ¿Soy pesimista por ir “armado” de valor y autoconfianza? ¿Por no confiar en todas las maravillosas criaturas que me esperan en la frondosa selva?

No podemos comprender la realidad desde un único estado de conciencia o desde un único nivel de experiencia, pues la realidad está hecha de múltiples capas o dimensiones entretejidas entre sí, de manera similar a nuestros diferentes campos o cuerpos energéticos. Por lo tanto es necesario tener aunque sea un conocimiento básico de las diferentes capas de la realidad, ya sea a nivel onírico, mediante el análisis de los sueños lúcidos y no tan lúcidos, o bien a nivel extracorporal, mediante la experiencia de los viajes astrales (aunque prácticamente no hay diferencia entre ambos); o bien a través de la reflexión introspectiva, de la creatividad, de la música, del arte. O bien a través de la meditación, de los estados expandidos de la conciencia; o bien a través del intelecto y la intuición: analizando la información oficial de los grandes medios y la información alternativa, contrastando, filtrando, depurando ambas informaciones hasta obtener algo genuino, sin contaminación. Una vez adquieres un poco de conocimiento en cada uno de estos niveles, sin perder de vista una cierta objetividad y rigor (digo cierta porque no es nada fácil controlar las emociones en determinados estados de conciencia), puedes tener una ligera visión del conjunto, de la totalidad. [Recomiendo este libro EXPLORANDO EL MUNDO DE LOS SUEÑOS para aquellos que deseen profundizar en los sueños lúcidos o proyecciones astrales]
 
No estoy muy de acuerdo con quienes afirman que solo a través de la trascendencia, de la expansión de la conciencia, de la "iluminación", se puede comprender la totalidad. Lógicamente puedes elevar tu vibración y sentir cosas inauditas, indescriptibles, pero también es necesario bajar al subsuelo y saber que existen las alcantarillas, las cloacas del sistema, ya sean humanas o arcónticas. Si no conocemos los extremos, la polaridad del bien y del mal, no tendremos una visión completa.
 
Ahora sabemos que nuestro nombre legal pertenece al estado, quien es propietario del copyright, pues el  registro de nacimiento pertenece al estado o a la corona, que viene a ser lo mismo. Por lo tanto, cada vez que firmamos un documento del estado con “nuestro” nombre legal, estamos dando nuestro consentimiento para convertirnos en propiedad del estado, en esclavos. Y algo similar sucede arriba. Hemos analizado suficientes testimonios de hipnoterapéutas regresivos, canalizadores y personas que han tenido una ECM (experiencia cercana a la muerte) como para constatar no pocas y flagrantes contradicciones disfrazadas de bellas palabras como la esperanza, la evolución espiritual, la paciencia, el perdón..., bellas palabras que se las lleva el viento, pues, estos seres que se hacen llamar guías, maestros ascendidos o ángeles de la guarda, no están precisamente para ayudar ni aportarte nada que te sirva para "evolucionar". Son entidades metamorfas que explotan nuestras bajas emociones para alimentarse de ellas, de manera muy similar a como nosotros "mimamos" y explotamos al ganado para alimentarnos de su carne o su leche. Entidades que solo pueden alimentarse de nuestra energía en un rango de frecuencias muy bajas, de ahí que necesiten mantenernos indefinidamente en un bajo nivel de conciencia. De ahí que necesiten dorarnos la píldora continuamente diciéndonos que lo estamos haciendo bien, que estamos progresando y reparando la deuda, el karma, que hay que tener fe, ser optimista, positivo, aunque estemos al borde del suicidio. Es el mismo mensaje repetido millones de veces, sin importar la condición ni la situación del contactado. Es el mismo mensaje paternalista de nuestros educadores, sacerdotes y políticos, el mismo sistema de explotación funcionando a varios niveles. Pero parece que ya no les funciona tan bien, pues cada vez hay más gente que está descubriendo el pastel. 

Es cierto que los humanos estamos en la cúspide del la cadena alimenticia, pero solo a nivel físico. A nivel etérico estamos en los más bajos niveles. Aunque en última estancia somos nosotros mismos quienes, dejándonos manipular, damos nuestro consentimiento para ser explotados tanto arriba como abajo. No olvidemos que el libre albedrío es un principio esencial inviolable, y, como seres libres que somos, nadie puede forzar nuestra voluntad sin nuestro consentimiento. Afortunadamente, a diferencia del ganado animal, nosotros los humanos tenemos suficiente autoconciencia para evitar tales manipulaciones, pero para ello debemos conocer esta información y empezar a experimentar, a tomar las riendas de nuestra vida.   
 
 
 
 
Somos seres completos, creadores, y no necesitamos la ayuda de ningún guía o maestro espiritual para lograr estados expandidos de la conciencia, pues ya dijimos que nuestros rezos o pedidos solo sirven para abrir de par en par nuestro campo energético y ceder parte de nuestra energía (voluntad) a otros. Es como si, implícitamente, estuviéramos dando nuestro consentimiento para que alguien utilice nuestra energía, aun siendo para ayudarnos. Lo cual es absurdo puesto que nadie puede ayudarnos a ser lo que ya somos, ni a conseguir lo que ya tenemos. Por desgracia las religiones y las escuelas, manejadas por la élite, llevan siglos aleccionándonos para hacernos creer que no somos autosuficientes ni dignos, y que la verdad o la felicidad solo se encuentra siguiendo y obedeciendo a "salvadores" o "maestros", de ahí que la humanidad lleve milenios tropezando en la misma piedra.

No obstante, si acaso necesitamos un impulso de motivación o sentirnos más seguros, podemos enfocarnos en energías impersonales, universales, esenciales, como por ejemplo el amor incondicional. El amor SIN condiciones, SIN préstamos ni deudas. Es la energía del alma. La más alta frecuencia energética existente. Una frecuencia que nada tiene que ver con la pasión o el sentimiento. Una frecuencia en la que das sin necesidad de recibir nada a cambio, o bien tomas de ella con agradecimiento, sin compromiso. 



   
 
Parásitos y cosechadores.

A través de sueños lúcidos, proyecciones astrales o autohipnosis, algunos de nosotros hemos tenido experiencias personales muy reveladoras. Al final descubres que poco importa lo bueno que seas, lo bien que te hayas desenvuelto en esta vida aun con la memoria de milenios de experiencia borrada. Siempre te acusarán de algo impensable, espantoso. Pero como son “nuestros padres celestiales y maestros ascendidos”, siempre nos darán otra oportunidad para saldar esa deuda cada vez más voluminosa. A continuación expondré una lista de "10 estrategias de manipulación mediática", elaborada por el gran lingüista y filósofo Noam Chomsky, en relación a los medios de comunicación de masas, y que nos ayudará a comprender mejor cómo funciona el sistema "aquí en la tierra como en el cielo": 
  
1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real.
 
2. Crear problemas, después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
 
3. La estrategia de la gradualidad.  Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
 
4. La estrategia de diferir.  Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
 
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad.
 
6. Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.
 
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.  Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores.
 
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto, o demostrar una hipócrita sensibilidad y preocupación por “los más necesitados”.
 
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autovictimiza y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!
 
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos cincuenta años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.


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Otra de sus estrategias es utilizar nuestro sentimiento de culpabilidad como excusa para hacernos reencarnar una y otra vez, por eso es tan importante realizar un proceso sanador de autoexploración y perdonarnos antes de dejar el cuerpo físico. Hay que entender que estas entidades arcónticas se sirven de los magos negros o altos iniciados de las logias elitistas masónicas para fomentar, por ejemplo, el aborto como una medida "de liberación" para la mujer, cuando en realidad están llevando a cabo una eugenesia global de la natalidad, generando un profundo sentimiento de culpabilidad en aquellas mujeres que ingenuamente hayan caído en las seductoras trampas del liberalismo moral. O bien utilizan el atractivo concepto de la libertad para así justificar un liberalismo ideológico que paradójicamente atenta contra los derechos universales y el principio de igualdad ante la ley, fomentando la discriminación de sexos, el conflicto, la división, y con ello la depresión, el remordimiento, la culpabilidad. Y esto mismo sucede "arriba". Los propios masones pertenecientes a estas logias de poder son igualmente seducidos con falsas promesas de poder y conocimiento  a la vez que son arrastrados a una serie de actos cada vez más degradantes y deleznables, pero astutamente justificados o endulzados por los guías o maestros masones. Actos que atentan contra la vida de muchos inocentes, pero también contra la dignidad de los propios iniciados, que difícilmente podrán perdonarse o redimirse por todos esos excesos y crímenes llevados a cabo en sus rituales, por más que intenten justificarse. Con lo cual son los propios iniciados los mayores esclavos y presidiarios de la sociedad, cumpliendo una cadena casi perpetua en las dimensiones más densas. Como dice un refrán africano: "No hay mayor preso que el carcelero". No hay mayor mendigo que el emperador.

Estas imágenes de la pirámide invertida del Louvre (abajo) nos dan una idea de cómo funciona la estructura de poder que conecta el plano energético de nuestra tercera dimensión con el plano energético de la cuarta dimensión, uniéndose la punta de ambas pirámides en un vórtice invisible por el que acceden estas supuestas entidades arcónticas.



 
 
 
 
 
Obsérvese cómo esta pirámide invertida tetradimensional es mucho más grande y compleja que la simple y opaca pirámide de poder que "gobierna" la Tierra, y cómo está formada a su vez por múltiples formas triangulares plegadas o adosadas que bien pueden representar las múltiples subdimensiones de esta cuarta dimensión adyacente, como también las múltiples subestructuras de poder (razas o especies), todas ellas plegadas o sometidas al ojo invisible que separa, o más bien conecta, ambas pirámides o dimensiones. Lógicamente este sistema de esclavitud nada tiene que ver con las propias dimensiones sino con los individuos que las conforman, sometiéndose por conveniencia a este sistema de control -tal y como sucede en la Tierra, donde unos eligen ser libres y otros, la mayoría, esclavos-. La lucidez o la alta frecuencia energética de un individuo es una manifestación del propio individuo (que haciendo uso de su libre albedrío, ha elegido el camino de la libertad), y no de la dimensión en la que se halla o se encuentra sintonizado. 
 
Parece que los arquitectos que diseñaron esta Pyrámide inversée eran maestros masones que conocían el funcionamiento hiperdimensional de las estructuras de poder, si bien esta obra es atribuida al arquitecto chino Ieoh Ming Pei, fallecido el 16 de mayo de 2019, a los 102 años de edad. Sobre esta pirámide invertida se levanta la más grande y famosa pirámide de cristal del Louvre, formada por 603 (6 + 3 = 9) rombos y 70 triángulos (el 7 representa la totalidad). Digamos que ambas pirámides formarían una doble pirámide o estructura romboidal. También es interesante observar esas formas triangulares y pequeñas pirámides a los lados de esta gran pirámide de cristal. Todo esto sugiere que existe, simbólicamente, otra pirámide invertida debajo de la pequeña pirámide opaca que simboliza nuestra dimensión física (¿el inframundo?), lo que a su vez da a entender que este video-juego de la vida es una estructura fractal multidimensional.
 
 
 
 
 
 
 
 
Otro hecho muy significativo es que la Pyrámide inversée es en realidad un tragaluz. A mí esto me sugiere una analogía con Lucifer, el portador de la luz, el que alumbra a los elegidos, a los "iluminados", la oscura luz con la que los arcontes ciegan a los illuminati y se alimentan de la humanidad. No por casualidad se dice que el Louvre fue anteriormente un templo iniciático. Ni es casualidad que los paneles de cristal estén conectados por cruces de acero inoxidable de 38 cm. de longitud (3+8 = 11). Ni que esté compuesta de 84 rombos y 28 triángulos (8 + 4 + 2 + 8 =  22. Número clave masón, y múltiple de 11). Cualquiera de las interpretaciones esotéricas que se han dado sobre esta obra me resultan bastante simplistas y superficiales, como la que se puede leer en el libro de Dan Brown "El código Da Vinci", que viene a decir más o menos que se trata de la unión simbólica de los dos sexos. O bien la interpretación del escritor Raphaël Aurillac, que cree que la pirámide invertida expresa el lema rosacruz V. I. T. R. I. O. L.: "Visita el interior de la Tierra y encontrarás la piedra secreta". O bien la evidente y simplista interpretación de Dominique Setzepfangt, que opina que las dos pirámides sugieren "la escuadra y el compás que juntos forman el sello de Salomón".
 
 
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Esta manipulación milenaria de las religiones, y posteriormente de la ciencia, para absorber nuestra energía y lucidez, para hacernos sentir totalmente innecesarios, culpables y disminuidos, no solo ha sido implementada a nivel emocional, psicológico, sino incluso a nivel genético, como especie. Utilizando "prestigiosas" organizaciones como el instituto Smithsonian, no han parado de comprar, expoliar y destruir silenciosamente cualquier vestigio que demuestre que nosotros, los humanos, no venimos de los monos sino de gigantes, como así lo atestiguan algunas huellas petrificadas y los numerosos restos óseos fosilizados hallados a lo largo y ancho del planeta, pero silenciados y destruidos de la manera más ruin.

De hecho, en el 2012, un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos obligó al Instituto Smithsonian a liberar documentos clasificados que datan de la década de 1900, y que demuestran que la organización participó en un importante encubrimiento histórico. Estamos hablando de decenas de miles de restos de gigantes humanos descubiertos en todo el mundo y que recibieron la orden de ser destruidos para proteger la cronología bíblica y la teoría darwiniana de la evolución humana. Las acusaciones se derivan de la Institución Americana de la Arqueología Alternativa (AIAA): que el Instituto Smithsonian había destruido miles de restos de humanos gigantes durante los primeros años de 1900. Dichas acusaciones no fueron tomadas a la ligera por el Smithsonian, que respondió demandando a la organización por difamación. Durante el juicio, nuevos elementos se sacaron a la luz mientras varios denunciantes del Smithsonian admitieron la existencia de documentos que supuestamente demostraban la destrucción de decenas de miles de esqueletos humanos de al menos 3 y 4 metros de altura. El punto de inflexión de la causa judicial sucedió cuando un fémur de un humano de 1,3 metros de largo se mostró como prueba en los tribunales mostrando la existencia de tales huesos de humanos gigantes. La evidencia fue un duro golpe para los abogados del Smithsonian ya que el hueso había sido robado del propio Smithsonian por uno de sus comisarios de alto nivel a mediados de 1930, el cual lo había mantenido en el sótano de su hogar. “Es una cosa terrible lo que se está haciendo al pueblo estadounidense -escribió en una carta poco antes de fallecer-. Estamos escondiendo la verdad acerca de los antepasados de la humanidad, nuestros antepasados, los gigantes que poblaban la Tierra como se recuerda en la Biblia y los textos antiguos del mundo”. 


 
 
El profesor McGee, del Smithsonian, se muestra a la izquierda del gigante de San Diego
 
 
Huella megagigante en Java, Indonesia 
 
 
La Corte Suprema de los Estados Unidos ha obligado a la Institución Smithsonian, a publicar la información clasificada sobre cualquier cosa relacionada con la destrucción de pruebas. "La publicación de estos documentos ayudará a los arqueólogos e historiadores a re-evaluar las teorías actuales sobre la evolución humana y nos ayudan a una mayor comprensión de la cultura de los constructores de montículos en América y alrededor del mundo", explica el director AIAA, Hans Guttenberg. "Finalmente, después de más de un siglo de mentiras, la verdad acerca de nuestros antepasados gigantes se revelará al mundo", reconoce, visiblemente satisfecho por la decisión de la corte. [Fuente: Los esqueletos desaparecidos de la antigua raza de gigantes que gobernaron América ]

Para más información en español sobre el tema de los gigantes de la antigüedad, recomiendo leer la apasionante obra del filólogo y prehistoriador Jorge María Ribero Meneses, que en su haber tiene multitud de fósiles que desafían la línea oficial de la historia humana. Aquí adjunto dos de sus conferencias: Las raíces del mito del Grial y los gigantes del Triásico  DONOSTIA Muy interesante también la información de Eliseo López Benito y su teoría de la civilización madre, donde desmonta toda la arqueología actual. 



Huella gigante en China
 
 
Huella megagigante en Sri Lanka
 
 
Huella megagigante de (supuestamente) 200 millones de años en Mpuluzi, en Sudáfrica

 

Todo esto desmonta de un plumazo la teoría de la evolución de Darwin, muy conveniente para el sistema. No menos flagrante es el hecho de que nuestro ADN ha sido artificialmente manipulado en uno o varios momentos de la historia, como así reconocen numerosos científicos ante las desconcertantes manipulaciones presentes en nuestro ADN llamado "basura" (así es como el sistema de poder califica todo aquello que no le conviene dar a conocer), al igual que un evidente y chapucero trabajo de "cableado" cuya finalidad era reducir las doce hebras helicoidales originales a tan solo dos hebras.  Está claro que este sistema de poder siempre tratará de negar cualquier evidencia que contradiga la teoría del caldo primordial, a saber: que la vida en la Tierra se originó en un charquito, y que nosotros los seres humanos somos fruto de una accidental cadena de infinitas y muy complejas casualidades. ¿A quién pretenden engañar con semejante insensatez? Como dice el Dr. Stephen C. Meyer en su obra "El ADN y el Origen de la Vida: Información, Especificidad y Explicación”:
 
"La probabilidad de lograr todas las condiciones de función necesarias para una proteína de 150 aminoácidos de longitud excede de 1 entre 10180 aminoácidos de longitud, que corresponde a los recursos probabilísticos del universo conocido. Por ejemplo, recientes trabajos experimentales y teóricos sobre la denominada complejidad mínima requerida para mantener el organismo viviente más simple posible sugieren un límite inferior de entre 250 y 400 genes y sus correspondientes proteínas. El espacio de secuencias de nucleótidos correspondiente a este sistema de proteínas excede de 4300.000. La improbabilidad que corresponde a esta medida de complejidad molecular de nuevo excede enormemente de los “recursos probabilísticos” de todo el universo".
 
 
Si arañamos la superficie de esta teoría, se pulveriza como papel quemado. Ahora bien, conociendo cómo se las gasta esta élite de pervertidos que, durante milenios y bajo diferentes nombres, ha tratado de dominarnos y explotarnos de todas las maneras posibles, es fácil entender que esta teoría materialista de la creación -que reduce al ser humano a un mero producto residual- fue diseñada para "satisfacer" a una población cada vez más frustrada y desencantada con la corrupta tiranía de la Iglesia, y más enfocada hacia la ciencia y el pensamiento crítico, analítico, racional. Gracias a la inestimable ayuda de ese "tonto" tan útil que fue Darwin, se despejaron todos los caminos para que esta élite sociópata financiara y promoviera con gran entusiasmo esta nueva religión del materialismo. Al resto de la población siguieron alimentándola con la teoría bíblica de la creación -hoy también llamada "teoría del palo y la zanahoria"-, y que convierte al ser humano en un borrego, un ser desvalido incapaz de ser soberano y autosuficiente, siempre necesitado de alguna autoridad que lo guíe, lo premie o lo castigue si no acata lo que se le ordena. Si bien las diferencias entre ambas teorías son claras, su finalidad es la misma: extraer todo el potencial y las cualidades del ser humano para reducirlo a su más baja concepción material o espiritual. Solo de esta manera puede el ser humano ser controlado sin apenas resistencia. Todo lo contrario de aquellos que han tenido el valor de cuestionar al sistema, profundizar en sí mismos y descubrir su infinito potencial.



 
 
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A fin de arrojar más luz al fenómeno de la explotación y el parasitismo -ya sea humano o arconte-, quisiera adjuntar algunos extractos de lo que ya expuse en mi "pequeño" y polémico artículo: Desmontando el sistema: claves para salir de la matrix:
 
"Cada vez que alguien pide ayuda a entidades espirituales, cada vez que hace un pacto aunque sea en sueños y de manera inconsciente, genera aberturas en su campo energético, cede parte de su energía vital. Es como si les diera permiso para interferir en su voluntad. Pero ellos no pueden obligarle a nada si él no lo permite, puesto que nadie puede interferir en la voluntad de nadie a menos que haya un consentimiento implícito o explicito. Pueden utilizar su miedo para amenazarle si no hace lo que le piden; utilizar su inseguridad o baja autoestima para alimentar su ego y hacerle creer que él ha sido uno de los elegidos, que tiene una importante misión que cumplir, que va a salvar a la humanidad… Pueden utilizar su sentimiento de culpa para que él mismo se juzgue y autocondene, aceptando unas determinadas condiciones de contrato para reencarnar una y otra vez, pero siempre será él quien decida someterse, reencarnarse. Solo él creará las condiciones energéticas para reencarnarse en el plano físico. ¿Se entiende la trampa? Solo son peligrosos si él cree que son peligrosos. Pero en realidad dependen de él, son sus huéspedes, están a su merced, sintonizados, sometidos a su frecuencia energética, y por lo tanto a su voluntad. Él les dio permiso para entrar y puede echarlos cuando quiera. Solo necesita darse cuenta de ello y desprogramarse. Si está convencido de que nada pueden hacerle, habrá creado las condiciones energéticas necesarias para que no puedan interferir con su energía o voluntad. Una orden es suficiente, así de fácil. El miedo no es más que una baja frecuencia energética creada por nosotros mismos para autobloquearnos, pues nadie puede interferir o someter nuestra voluntad a menos que lo permitamos. Por lo tanto no se trata de luchar contra nadie, siempre hemos sido y seremos libres. Solo se necesita voluntad de decisión, darnos cuenta de ello. A mayor voluntad, mayor consciencia, ambas son la misma cosa.  

"Siguiendo la hipótesis del parasitismo arconte y el método de desprogramación parasitaria, cada vez más conocido, simplemente debemos elevar nuestra vibración energética y anular o revocar todos los pactos y acuerdos que hayamos realizado en cada una de nuestras encarnaciones y desencarnaciones. De esta manera cortaremos la interferencia energética en donde ellos se habían sintonizado. Siendo espíritus libres, ningún acuerdo o contrato tiene validez alguna, y menos si se ha realizado bajo coacción o engaño:

“Desde la autoridad de mi soberano y divino ser, anulo cualquier contrato, pacto o acuerdo que yo haya realizado consciente o inconscientemente en esta vida o en cualquier vida pasada y futura, y recobro la energía que he invertido en esos acuerdos. Exijo que se me retire, de manera indolora, cualquier implante o dispositivo de control instalado en cualquiera de mis cuerpos energéticos, incluido el físico. Igualmente anulo todas las órdenes o sugerencias que me hayan sido dadas de manera subliminal o hipnótica para mi perjuicio, y exijo que nunca más se me vuelva a colocar ni un solo implante, bajo pena kármica por incumplimiento de la Ley Natural y la Ley del Libre Albedrío en caso de no obedecerse mis órdenes”.


 
 
"Debemos poner total atención y sentimiento en cada una de nuestras palabras, y sentir cómo vamos recobrando nuestra energía, visualizándola como una resplandeciente luz inundando nuestro cuerpo físico y sutil. Podemos realizar esta programación una vez a la semana, o bien cada vez que sintamos una bajada de nuestra energía o lucidez, haciendo previamente una serie de respiraciones profundas a fin de facilitar el aumento de energía.

Igualmente podemos alternar esta autoprogramación con otras autoprogramaciones positivas que yo he condensado y estructurado como buenamente he podido. Gracias a personas como el doctor Ángel Escudero y la radiestesista Rosario Urrutia, que están haciendo un tremendo trabajo de concienciación y sanación a nivel mundial, dando a conocer su trabajo en Internet, podemos tener acceso a esta valiosísima información.




MÉTODO ÁNGEL ESCUDERO:

Realizamos tres inspiraciones profundas para activar el nervio vago, y decimos: “Mi boca se llena de saliva, fluida agradable como el agua. Necesito que mi cuerpo se llene de bienestar, salud, y mi mente de claridad. Necesito que mi control interno funcione correctamente, que todo lo que se tenga que reabsorber y regenerar, se reabsorba y regenere de manera rápida y eficaz, y así seguirá todo el tiempo que yo quiera”.

Si hay dolor, decimos: “Conservando el tacto que es información útil, mi … está anestesiado/a, y así seguirá todo el tiempo que yo quiera”. [Repetir la programación cada vez que reaparezca el dolor].

Remitiéndome a lo ya dicho en mi artículo Desmontándo el sistema, debo aclarar que, si padecemos alguna dolencia física, es un poco más difícil conseguir la psicoanalgesia sin la ayuda de un noesiterapeuta como el doctor Escudero (médico cirujano que lleva operando más de 40 años sin anestesia química) ya que la confianza que depositamos en el poder curativo del noesiterapeuta debemos depositarla en nosotros mismos y en nuestro poder curativo. Pero créeme que se puede porque yo lo he conseguido sin ayuda de nadie. Hay que tener fe en uno mismo y mantener una actitud positiva y optimista, pues si al hacer la programación pensamos que no vamos a poder o que no va a servir de nada, ya le estamos dando implícitamente una orden al cerebro para que mantenga el dolor. (Por desgracia a la mayoría nos han educado para tener más fe en los demás que en nosotros mismos) Debemos practicar la programación varias veces al día hasta que perdamos el temor al fracaso. En cuanto notemos una mínima mejoría, debemos felicitarnos y seguir practicando, alejándonos de entornos estresantes o personas perjudiciales. Es importante hacer cambios positivos en nuestra vida a fin de reforzar nuestra autoestima y autoconfianza. Hay personas que con una o dos programaciones es capaz de conseguir una psicoanalgesia completa, pero hay otras personas que necesitan varios días o semanas practicando hasta obtener resultados. Lo más importante es perder el temor al fracaso y mantener una actitud positiva.

 
 



MÉTODO PNL (PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜISTICA):

"A mi mente inconsciente, que es energía divina, le digo que limpie todo lo malo de mi vida y me bañe de paz y salud; que deje salir a través de mi expiración toda la energía tóxica atrapada en mi cuerpo y en mi campo energético, y que aleje de mí a aquellos que quieren aprovecharse o perjudicarme. A mi mente inconsciente le digo que desbloqué todas las barreras que yo mismo/a me impuse para no ser más perceptivo/a y consciente de mí mismo/a. A partir de ahora elijo el camino de la lucidez".
 


MÉTODO ROSARIO URRUTIA:

"Ese “me quiero morir” que en algún momento de mi vida grabé en mi mente, lo arranco y lo tiro, transformándolo en luz. Ese “me quiero morir” que en algún momento grabé en una vida pasada, lo arranco y lo tiro, transformándolo en luz. Ese “me quiero morir” que en algún momento grabaron mis ancestros, lo arranco y lo tiro, transformándolo en luz  [Hay que sentir la densidad de la energía oscura que nos estamos arrancando y visualizar cómo se transforma en luz, para así no “ensuciar” nuestro entorno.]


Ese sentimiento tóxico de no valorarme, de no amarme ni reconocerme, lo arranco de mí porque no me pertenece y no lo voy a cargar conmigo. Esa necesidad de estar triste o dolido/a con alguien, ya no la necesito: la arranco y la tiro, transformándola en luz. ¡Claro que me conviene estar sano/a y sentirme bien! ¡Claro que me conviene perdonar y pasar página! Ese “no tengo nada por lo que vivir”, lo arranco y lo tiro, transformándolo en luz. ¡Tengo mucho por lo que vivir! Tengo un importante proceso de sanación, de transformación, de realización. Siempre hay muchísimas cosas que descubrir, que aprender, que sentir.

Las culpas que he sentido ya no las voy a cargar más conmigo, no las necesito: las arranco y las tiro, transformándolas en luz. [Y grabo:] Quiero lo mejor para mí mismo, quiero ayudarme a desarrollar mi máximo potencial, quiero apoyarme, engrandecerme, quererme, y sé que ya lo estoy consiguiendo. Merezco estar sano/a y llegar al máximo de mis capacidades, soy merecedor/a de todas las cosas buenas de la vida. Estoy adaptado/a y enraizado/a a la vida, a mi alma, a mi cuerpo físico y espiritual. Quiero beneficiar al que lo merezca, y apoyarlo para que consiga su máximo potencial. Perdono a quienes me dañaron para así no cargar con rencores que me obstaculicen en mi desarrollo personal. La deuda que tengan que pagar por sus acciones ya no me incumbe".




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Una vez cortamos todas las cadenas y elevamos nuestra frecuencia energética, cortamos igualmente la conexión de ciertos implantes o sistemas de control que pudieran existir en nuestros cuerpos energéticos y físico, pues dicha conexión estaba sintonizada al (bajo) rango de frecuencias energéticas correspondientes a nuestra anterior situación de esclavitud, y que nosotros mismos consentimos (inconscientemente) bajo engaño o amenaza. No obstante también podemos visualizar nuestros cuerpos energéticos y el aura expandiéndose en potentes fulgores capaces de quemar, desintegrar o inutilizar cualquier posible implante o sistema de control. Todo esto es muy parecido al engaño del nombre legal (o NOMBRE EN MAYÚSCULA) en esta ilusoria vida física que estamos viviendo, y que ya explicamos anteriormente. Ahora ya sabemos que cada vez que firmamos con ese nombre legal que no nos pertenece, estamos renovando y dándole validez a un contrato de esclavitud dispuesto por una élite de psicópatas. ¿Acaso hay diferencia alguna entre uno y otro contrato? Lógicamente ningún contrato realizado bajo coacción o engaño tiene la más mínima validez. Ni siquiera tiene validez cualquier pacto o contrato realizado con plena conciencia, pues teniendo libre albedrío y siendo espíritus libres, no estamos sujetos a nada. Nuestra única responsabilidad o compromiso es para con uno mismo.  
 





Pero tampoco es cosa de estar enganchados al móvil o al pc, confirmando lo ya confirmado de las cloacas del sistema. Está bien leer de todo para tener referencias de cómo otros interpretan el mundo según sus experiencias, pero la verdad está más allá de las palabras, y solo puede ser experiencial. De ahí que tantos libros llamados sagrados sean tan diferentes y contradictorios unos de otros. Quien nunca ha experimentado un orgasmo no sabrá realmente lo que es un orgasmo por más libros de sexualidad que lea. Lo más importante, si acaso queremos avanzar o cambiar de ciclo, es empezar a desprogramarnos, enfocarnos en la esencia, recuperar el equilibrio. Y esto solo es posible mediante la práctica. Solo nosotros decidimos si queremos seguir reencarnando o no.
 
¿Qué otra cosa somos para estos seres sino pura mercancía y ganado? No dudo que algunos de estos ángeles "protectores" o guardianes sean capaces de sentir algún aprecio por nosotros, el mismo aprecio que una persona puede sentir por su periquito, al que mima con buen alpiste y medicinas, pero que por nada del mundo abriría la puerta de su jaula para liberarlo. Con la diferencia de que nosotros sí somos seres de luz, inmortales, infinitos, y ellos -los arcontes- no. Somos como gigantes dominados por moscas. ¿Y qué decir de todos esos niños que al morir se quedan bloqueados en la frontera, entre esta y la otra dimensión? ¿Dónde están sus guías espirituales o ángeles guardianes? ¿Por qué nadie acude a rescatarlos? ¿Por qué tiene que ser un médium quien tenga que llamar a un "familiar" fallecido (del niño) para que se lo lleve? ¿Eso es amor angelical? Posiblemente, y esto es solo una hipótesis, algunos humanos desencarnados no poseen una energía lo suficientemente provechosa o atrayente para estos supuestos arcontes que se hacen pasar por sus familiares. (Sobra decir que, si realmente fueran sus familiares, jamás  los dejarían abandonados a su suerte.)
 
 
 

No es de sorprender que en algunos de nuestros sueños lúcidos haya seres haciéndose pasar por nuestros familiares, siendo fácilmente desenmascarables. O supuestos guías espirituales hablándonos de la necesidad de sufrir en esta dimensión física para así evolucionar. Pero ¿acaso algo tan inhumano como el abuso sexual a un niño, por ejemplo, puede justificarse como karma o evolución? Como dijo Mahatma Gandhi: "Ojo por ojo y el mundo acabará ciego". El abusado será desviado de su camino natural para convertirse a su vez en abusador o en traumatizado crónico. Siendo forzado a entrar en un círculo vicioso sádico-masoquista, ni siquiera como abusador se puede decir que sea plenamente culpable, pero es evidente que el trauma de un abuso genera una "exquisita" energía para estos arcontes o ángeles guardianes.


 








Es importante conocer toda esta información a fin de no dejarnos llevar por cualquier cosa luminosa que se nos presente tras dejar el cuerpo físico, pero sin enredarnos en teorías arcónticas o reptilianas cada vez más enrevesadas, y que solo sirven para confundirnos, desviarnos y alejarnos del ahora, de la experiencia directa y vital. Como dice Miguel Peña, uno de los pocos hipnoterapéutas regresivos que prefieren no alimentar el fenómeno reptiliano (por no decir el único): "Si tú haces terapia de regresiones con un terapéuta enganchado a la temática de los seres de luz: arcángeles, maestros ascendidos..., pues eso es lo que vas a ver. Y si vas a un hipnoterapéuta enganchado a la temática reptiliana de la parasitación arcóntica, pues, igualmente, eso es lo que vas a ver: reptilianos de todas las especies y categorías. Dicho de otra manera: si el hipnoterapéuta está muy condicionado por sus creencias, condicionará sutilmente al cliente aunque no quiera, redirigiéndolo hacia su terreno. Y si el cliente ya viene predispuesto con esa misma creencia, más de lo mismo: solo verá lo que quiere ver".

Lo importante, como dice Miguel, es quedarnos con lo sustancial para no contaminar la experiencia. Si algo resuena en nosotros, tratar de experimentarlo, pero no seguir alimentando la creencia, reprogramándonos indefinidamente. (Para más información sobre su trabajo se puede visitar su CANAL de YouTube) Y con esto no digo que haya que desatender la teoría. Es una maravilla tener inquietudes intelectuales, tratar de informarnos de todo, pero siempre distinguiendo la raíz, el tronco principal de una información de sus incontables ramificaciones, sabiendo que es importante no perdernos en capas y más capas de hipótesis que solo servirán para obsesionarnos, para llenarnos de miedos, de sugestiones. ¿De qué sirve, por ejemplo, estudiar las diferentes razas y categorías de los arcontes si estas entidades son metamorfas y pueden adoptar la apariencia que más les convenga? ¿De qué sirve saber que hay razas buenas o malas si nadie, ni siquiera Dios, puede hacer por nosotros nuestro trabajo interior? Nadie nos va a salvar. Solo nosotros mismos podemos salvarnos o liberarnos de nuestros programas, de nuestros miedos.

No por conocer las múltiples costumbres y peculiaridades de estas entidades (que siempre diferirán entre lo que unos y otros han d-escrito) vamos a liberarnos de ellas, como tampoco un boxeador puede derrotar a su adversario simplemente leyendo chismes de su vida personal, sin entrenarse física y mentalmente para el combate. Pero con la diferencia —y esto es importante puntualizarlo— de que estas entidades no solo no pueden tocarnos sino que ni siquiera pueden forzarnos a nada, si bien es cierto que pueden interferir en nuestro campo energético si vibramos a una baja frecuencia, pero siempre bajo nuestro consentimiento, sea consciente o inconsciente. Ya sabemos que el libre albedrío es un principio esencial inalterable. Pueden engañarnos a través de políticos o terceras personas, manipularnos en nuestros sueños (o en estados alterados de conciencia) mediante amenazas, chantajes, promesas…, o de manera más sutil: mostrándose como divinidades, maestros ascendidos.


 
 
 

Pero siempre seremos nosotros quienes decidamos someternos, reencarnarnos. Siempre seremos nosotros quienes tengamos la última palabra. De hecho, cualquier ser interdimensional que trate de sintonizarse (con nuestro manipulado permiso) a nuestro campo energético con el fin de parasitarnos o cosecharnos, perderá su propia frecuencia energética, su poder personal, convirtiéndose paradójicamente en nuestro esclavo. De ahí su necesidad de embelesarnos, deslumbrarnos, o bien coaccionarnos, asustarnos, chantajearnos emocionalmente a fin de que accedamos a sus pedidos. El caso es parecer muy poderoso, utilizando nuestra energía, si fuera necesario, para inducir algún fenómeno paranormal. El hecho de acoplarse o sintonizarse a nuestro campo energético es una maniobra arriesgadísima, por no decir suicida. Estas entidades saben que si los descubrimos caerán en su propia trampa, pues nuestra energía es nuestra voluntad, y podemos hacer con ellos lo que queramos, como por ejemplo convertirlos en moscas o directamente quemarlos (el poder de nuestra intención es suficiente). Lógicamente no morirán, pues nada se crea ni se destruye, simplemente sufrirán una sacudida energética, un cambio drástico de vibración similar a lo que nosotros experimentamos como la muerte, o más exactamente como muerte accidental.


 
 
 

 

No estoy de acuerdo con quienes afirman que debemos realizar o consumar nuestros deseos para liberarnos de ellos. Pues, si estos deseos vibran en un rango de bajas frecuencias, podemos eliminarlos, o más bien sobrepasarlos, desde la consciencia: elevando nuestra vibración. Ya no tendremos que perseguir vida tras vida esa zanahoria inalcanzable. Es como el deseo sexual, que puede llegar a convertirse en un simple ansiolítico. En cuanto dejamos de repetir las mismas rutinas insustanciales, en cuanto salimos de un entorno tóxico, dejamos de estar atados, esclavizados a esos deseos, a esas bajas vibraciones. Y no digo con esto que el sexo sea algo malo, sino todo lo contrario: puede ser una maravilla si se realiza desde la consciencia, desde la esencia.

Una vez dejemos de estar atados a burdos deseos materiales o sexuales, ya no tendremos la necesidad de reencarnarnos una y otra vez para tratar de consumarlos. 



 
 
 






Y finalmente: ¿es nuestra alma o esencia algo personal e irrepetible como nuestra mente, aun estando interconectada o sintonizadas al resto de almas? ¿O más bien hablaríamos de un todo, de una única alma o esencia a la que podríamos enfocarnos o sintonizarnos de manera similar a como sintonizamos una frecuencia de radio? De ser así, ¿esta esencia sería la energía divina? ¿Dios?

Pero entonces todos seríamos Dios. Todo sería el sueño de Dios.